sábado, 31 de enero de 2015

Tetúan - La Paloma Blanca

Tetuán y en ocasiones conocida con el sobrenombre de "La paloma blanca", es una ciudad del norte de Marruecos, ubicada en las proximidades del mar Mediterráneo, cerca de Tánger y de la ciudad española de Ceuta.

Entre el Mediterráneo y el Rif, entre la montaña Gorguiz y la montaña Dersa. Es auténtica, colorida, bulliciosa, llena de jiblias (campesinas rifeñas)de ojos grises, que visten mandiles rojos y sombreros de paja. Con su ensanche español, que es recuerdo de otros tiempos. Y sobre todo sus gentes….hospitalarias, amables, curiosas y buenas anfitrionas. Os invito a Tetuán. Luego podéis seguir hacia el sur (maravilloso, inefable) pero no dejéis de hacer una parada en Tetuán, aunque sea de paso….



 La medina de Tetuán, y su entramado único de callejuelas sombreadas, forma parte del Patrimonio mundial de la humanidad de la Unesco.
Sin duda callejear es la mejor manera de conocer la ciudad. Perderse por sus calles y disfrutar de los olores de antaño que aún nos recuerdan a los hornos de pan de cuando eramos niños.
Su importante mellah (barrio judío), bautizado como la pequeña Jerusalén, es el lugar más animado al caer la noche. Aquí, los zocos están bien delimitados y cada gremio ocupa un perímetro preciso. La calle Tarafin, bordeada de joyerías, conduce a la plaza de Hassán II y al Palacio Real, gran ejemplo de la arquitectura hispano-morisca. Al oeste, la parte nueva de la ciudad nos muestra su lado más moderno, El Ensanche. Sus pequeños edificios de cinco plantas como máximo, con comercios en la planta baja, se han construido bajo el protectorado.




En la medina, se encuentra el Museo Arqueológico, cerca de la puerta de Bab Tout, y el Museo de las Artes Marroquíes, al lado de Bab El Oqla. El primero de ellos exhibe mosaicos de gran belleza y una gran variedad de artefactos de la época romana, tomados prestados del asentamiento de Lixus. El segundo, de contenido etnológico, exhibe trajes tradicionales e instrumentos musicales regionales. Cerca de este museo, la Escuela de Artes y Oficios ofrece formación en todos los oficios artesanales. El Instituto Nacional de Bellas Artes, fundado en 1947 por Mariano Bertuchi, pintor español, tiene la particularidad de disponer, desde el 2000, de un departamento de enseñanza del cómic. Desde el 2004, acoge la celebración del Festival Internacional del Cómic.

jueves, 29 de enero de 2015

FEZ

Fez

 
Laberíntica, fascinante, misteriosa, y sorprendente, son muchos los adjetivos que pueden describir una ciudad como Fez.
Durante los últimos años, Fez se ha convertido en el segundo destino turístico de Marruecos. 
Considerada capital cultural, religiosa y espiritual de Marruecos, Fez, fundada a finales del siglo VIII, es una ciudad que no ha sufrido el paso del tiempo. La más antigua, rica y misteriosa de las cuatro Ciudades Imperiales.
Regatear en los interminables zocos de Fez el-Bali, tomar un café en las terrazas de la Ville Nouvelle, adentrarse en antiguas escuelas coránicas, contemplar a los miles de artesanos realizando oficios olvidados en Europa, pasear por el Zoco de los Curtidores, donde se sigue trabajando hoy en día, igual que hace cientos de años preservandose intactas las costumbres artesanales. Siendo estas las más importantes de todo Marruecos, Aquí se suministra la materia prima y se elabora gran parte de los articulos de marroquineria que dan fama y popularidad a este pais. Al acercarnos a la zona... el olor ya se hace notar, pero cuando realmente se convierte en insoportable para nuestro afinado olfato occidental, es al subir y observar, desde una de las numerosas terrazas de los bazares que estan alrededor del patio donde se encuentra la curtiduria. Estos comercios de souvenirs y marroquinería, ofrecen al turista una rama de hierbabuena que pegada a la nariz alivia el fuerte hedor que desprenden las pieles observar los contrastes de una sociedad cambiante o disfrutar de la amplia gastronomía marroquí, son algunos de los motivos para visitar Fez.
En Fez podrás vivir tu propia historia de "Las Mil y Una Noches" envuelto en un mundo de fantasía, lejos de todo lo que consideramos normal. Sobre un escenario compuesto por chilabas, alfombras y lámparas maravillosas, Fez te ofrece una aventura especial y diferente.

La curtiduría Chouwara es la más extensa y conocida de las cuatro curtidurías tradicionales que continúan con vida en el corazón de la medina de Fez.
Construida en el año 859 bajo el mandato de Fátima al Fihriya, la Mezquita Al Karaouine es la mezquita más importante de Fez y uno de sus mayores complejos arquitectónicos.

La Puerta Bab Bou Jeloud (Bab Boujloud) es la puerta más importante de acceso a la Medina Fez el-Bali, la zona más antigua y con más encanto de la ciudad.
Construido en el siglo XIV, el Palacio Real de Fez es uno de los más grandes y antiguos de Marruecos. Aunque no se puede visitar, merece la pena acercarse para contemplar sus siete puertas.
El Mausoleo de Mulay Idrís II es un santuario dedicado a Mulay Idrís II, rey de Marruecos entre los años 807 y 828 y uno de los fundadores de Fez.
Ubicada en el corazón de la Medina Fez el-Bali, en la Plaza Seffarine se conserva uno de los oficios más antiguos de Fez, el de los caldereros artesanos.
Medersa Attarine
Construida entre los años 1323 y 1325 bajo las órdenes del sultán Abu Said, la Medersa Attarine fue una de las principales escuelas de la religión coránica en las que los estudiantes podían residir durante sus estudios.
Medersa Attarine, azulejos    Medersa Attarine
Debido a que una gran parte de las clases tenían lugar en la Mezquita Al Karaouine, la mayoría de las medersas (o madrazas) de la ciudad se situaron en sus alrededores.
La medersa, denominada Attarine por ser el nombre del barrio en el que se encuentra, en el zoco de las especias, permaneció en uso hasta principios del siglo XX, cuando los 60 estudiantes que se acomodaban a lo largo de las 30 habitaciones tuvieron que abandonarlas definitivamente.

El interior de la medersa

La medersa se extiende en torno a un patio abierto en cuyo centro se alza una imponente fuente de mármol. Al final del patio, una cúpula de madera de cedro con abundante ornamentación cubre la sala para la oración en la que se puede contemplar el mihrab señalando la dirección de la Meca.
Las paredes de la medersa están decoradas con preciosos mosaicos sobre los que se encuentran inscritas algunas frases del Corán a modo de decoración.
En la parte superior de las paredes se puede apreciar un detallado trabajo realizado en estuco representando cuidados motivos florales.
Las plantas superiores del edificio están ocupadas por las pequeñas habitaciones en las que los jóvenes estudiantes pasaban sus años de estudio.

Aunque en Fez se pueden visitar otras medersas, Attarine destaca sobre todas las demás por la elegancia y armonía de su arquitectura. Se trata de una de las medersas mejor conservadas y más ricamente decoradas de todo Marruecos.